26 may 2015

Algo que hago mal: conquistar.


No puedo ser buena para conquistar. Aunque trate. Parece que los gatos y las parejas no son compatibles jaja.



14 may 2015

Ésta soy yo




Descubrí mi pasión hace muchos años atrás.

Dicen que cuando descubres tu talento, o tu elemento, es una verdadera epifanía. Un momento mágico. Una especie de revelación que queda grabada por siempre en tu vida, y que te enseña tu camino a seguir.

Tenía tres años. Recuerdo que esa mañana la casa estaba muy desordenada porque mi hermano (que estaba en kínder) había estado haciendo un trabajo para el colegio y habían pinturas desparramadas en el mesón, junto con pinceles y materiales para pintar. Miré curiosa todos los materiales y en seguida quise ocuparlos.

Busqué una superficie limpia para pintar, y lo único que encontré fue un cartón blanco.
Lo puse sobre el mesón y me decidí a pintar con los dedos.
Lo que ocurrió después, fue mi epifanía. Todo fluyó solo, el tiempo no importó, dejé de pensar y me dejé llevar pintando la imagen de mi propia casa que tenía en mi cabeza. Luego dejé el cartón en el mesón, y me puse a jugar con otras cosas, olvidándome de la pintura.
Más tarde, escuché a mis padres comentando algo y parecían impresionados. Estaban mirando mi pintura.
Me preguntaron cómo la había hecho y cómo había aprendido. No supe responder, les dije que la pinté con los dedos y que quise dibujar nuestra casa. No podían dejar de mirarla, decían que esa simple casa, la primera que había pintado en mi vida, transmitía sentimientos. Luego cada persona que miraba la pintura decía que sentía algo al verla. Yo era una niña, y muy pequeña por lo demás, así que nunca supe si mi casa realmente transmitía algún sentimiento, yo sólo había disfrutado demasiado esa experiencia de pintar con mis dedos una imagen que tenía en mi cabeza.

Pasaron los años, y como era de esperarse, mis momentos favoritos en el colegio eran los relacionados con dibujos y pintura. Siempre disfruté mucho haciéndolo y puedo decir que para mi edad estaban muy bien hechos.

Por esas cosas de la vida, más que nada por las influencias de las personas que me rodean, y de la sociedad en  general, al crecer (aunque seguí dibujando, sobretodo animé en la niñez/adolescencia) no me dediqué al arte en primera instancia. Estudié una carrera del área de la salud en la Universidad. Me gradué prácticamente sin dificultades, pero algo ocurrió tiempo después de trabajar como profesional.

Por alguna razón, mi sola profesión no me llenaba. Si bien disfruto de ayudar a la gente y compartir mis conocimientos,  había algo que faltaba, y  comencé a experimentar el estrés y la angustia.
Estuve un tiempo buscando trabajo, y en ese tiempo escuché una vocecita dentro de mí y decidí invertir y comprarme acuarelas, lápices y blocks de dibujo, sin tener conocimiento de lo que iba a hacer. Luego busqué imágenes que me inspiraban e intenté reproducirlas en el papel. Los primeros intentos no estaban mal. Y comencé a publicarlos en internet cuando tenía tiempo libre.
Mirando otros trabajos sabía que aún tenía mucho que mejorar y me propuse superarme un poco todos los días.

Al comienzo sólo me dediqué a dibujar.

Con el paso del tiempo y con la ayuda de internet mis dibujos fueron recibiendo buenas críticas en las redes sociales, tales como instagram, deviantart, tumblr, y mi blog. Y a menudo me escribía gente de otros lugares del mundo para comentarme cuánto las inspiraban mis creaciones, motivándome de esa manera a seguir haciendo lo que tanto me estaba gustando hacer.

Aún seguía trabajando en mi profesión. En mi tiempo libre me dedicaba a dibujar y publicar mis dibujos, y el resto del tiempo lo ocupaba en hacer vida social. Mi vida en ese entonces era un poco monótona, y con el paso de los meses sentí que algo debía cambiar nuevamente.

Me propuse intentarlo más aún. Quería que mis dibujos me representaran, quería lograr “algo” con ellos. Y necesitaba dedicarles más tiempo. Entonces tomé una de las decisiones más importantes de mi vida. Renuncié a mi trabajo, y decidí reducir más mis horas trabajando en mi profesión, y aumentar las horas trabajando en lo que más me motivaba en ese momento. Cualquier persona diría que es una locura, porque a mi edad no podía darme ese lujo, pero era un asunto de “ahora o nunca”. Entonces me armé de valentía, y confié en las oportunidades de la vida y simplemente lo hice.

Aún no puedo decir que he llegado donde quiero, no puedo decir que todo ha sido color de rosa desde ese momento. Pero me miro al espejo, y sí me veo más feliz. Soy una persona nueva, que vive haciendo lo que ama, que disfruta de expresarse a través de colores y formas, y en cuanto a mi pasión, creo he progresado y aprendido  mucho en este tiempo, recibiendo a menudo palabras muy lindas de parte de quienes ven mi trabajo publicado en internet.

La decisión que tomé marcó una bifurcación en mi vida, en donde decidí confiar en lo que yo sabía que era lo que me apasionaba.
Y ésta historia comenzó así, pero aún queda mucho por escribir…
Quise contárselas para que se animen a tomar las decisiones correctas en su momento, a elegir lo que los hará más felices.

Yo les puedo decir con total confianza, que si muero hoy, moriría feliz y satisfecha por todo lo que he hecho.  Por eso: Sigan los caminos de su corazón y persigan sus sueños!!!!


Nicol.