Descubrí
mi pasión hace muchos años atrás.
Dicen
que cuando descubres tu talento, o tu elemento, es una verdadera epifanía. Un
momento mágico. Una especie de revelación que queda grabada por siempre en tu
vida, y que te enseña tu camino a seguir.
Tenía
tres años. Recuerdo que esa mañana la casa estaba muy desordenada porque mi
hermano (que estaba en kínder) había estado haciendo un trabajo para el colegio
y habían pinturas desparramadas en el mesón, junto con pinceles y materiales
para pintar. Miré curiosa todos los materiales y en seguida quise ocuparlos.
Busqué
una superficie limpia para pintar, y lo único que encontré fue un cartón
blanco.
Lo
puse sobre el mesón y me decidí a pintar con los dedos.
Lo
que ocurrió después, fue mi epifanía. Todo fluyó solo, el tiempo no importó,
dejé de pensar y me dejé llevar pintando la imagen de mi propia casa que tenía
en mi cabeza. Luego dejé el cartón en el mesón, y me puse a jugar con otras
cosas, olvidándome de la pintura.
Más
tarde, escuché a mis padres comentando algo y parecían impresionados. Estaban
mirando mi pintura.
Me
preguntaron cómo la había hecho y cómo había aprendido. No supe responder, les
dije que la pinté con los dedos y que quise dibujar nuestra casa. No podían
dejar de mirarla, decían que esa simple casa, la primera que había pintado en
mi vida, transmitía sentimientos. Luego cada persona que miraba la pintura
decía que sentía algo al verla. Yo era una niña, y muy pequeña por lo demás,
así que nunca supe si mi casa realmente transmitía algún sentimiento, yo sólo
había disfrutado demasiado esa experiencia de pintar con mis dedos una imagen
que tenía en mi cabeza.
Pasaron
los años, y como era de esperarse, mis momentos favoritos en el colegio eran
los relacionados con dibujos y pintura. Siempre disfruté mucho haciéndolo y
puedo decir que para mi edad estaban muy bien hechos.
Por
esas cosas de la vida, más que nada por las influencias de las personas que me
rodean, y de la sociedad en general, al
crecer (aunque seguí dibujando, sobretodo animé en la niñez/adolescencia) no me
dediqué al arte en primera instancia. Estudié una carrera del área de la salud
en la Universidad. Me gradué prácticamente sin dificultades, pero algo ocurrió
tiempo después de trabajar como profesional.
Por
alguna razón, mi sola profesión no me llenaba. Si bien disfruto de ayudar a la
gente y compartir mis conocimientos,
había algo que faltaba, y comencé
a experimentar el estrés y la angustia.
Estuve
un tiempo buscando trabajo, y en ese tiempo escuché una vocecita dentro de mí y
decidí invertir y comprarme acuarelas, lápices y blocks de dibujo, sin tener
conocimiento de lo que iba a hacer. Luego busqué imágenes que me inspiraban e
intenté reproducirlas en el papel. Los primeros intentos no estaban mal. Y
comencé a publicarlos en internet cuando tenía tiempo libre.
Mirando
otros trabajos sabía que aún tenía mucho que mejorar y me propuse superarme un
poco todos los días.
Al
comienzo sólo me dediqué a dibujar.
Con
el paso del tiempo y con la ayuda de internet mis dibujos fueron recibiendo
buenas críticas en las redes sociales, tales como instagram, deviantart,
tumblr, y mi blog. Y a menudo me escribía gente de otros lugares del mundo para
comentarme cuánto las inspiraban mis creaciones, motivándome de esa manera a
seguir haciendo lo que tanto me estaba gustando hacer.
Aún
seguía trabajando en mi profesión. En mi tiempo libre me dedicaba a dibujar y
publicar mis dibujos, y el resto del tiempo lo ocupaba en hacer vida social. Mi
vida en ese entonces era un poco monótona, y con el paso de los meses sentí que
algo debía cambiar nuevamente.
Me
propuse intentarlo más aún. Quería que mis dibujos me representaran, quería
lograr “algo” con ellos. Y necesitaba dedicarles más tiempo. Entonces tomé una
de las decisiones más importantes de mi vida. Renuncié a mi trabajo, y decidí
reducir más mis horas trabajando en mi profesión, y aumentar las horas
trabajando en lo que más me motivaba en ese momento. Cualquier persona diría
que es una locura, porque a mi edad no podía darme ese lujo, pero era un asunto
de “ahora o nunca”. Entonces me armé de valentía, y confié en las oportunidades
de la vida y simplemente lo hice.
Aún
no puedo decir que he llegado donde quiero, no puedo decir que todo ha sido
color de rosa desde ese momento. Pero me miro al espejo, y sí me veo más feliz.
Soy una persona nueva, que vive haciendo lo que ama, que disfruta de expresarse
a través de colores y formas, y en cuanto a mi pasión, creo he progresado y
aprendido mucho en este tiempo,
recibiendo a menudo palabras muy lindas de parte de quienes ven mi trabajo
publicado en internet.
La
decisión que tomé marcó una bifurcación en mi vida, en donde decidí confiar en
lo que yo sabía que era lo que me apasionaba.
Y
ésta historia comenzó así, pero aún queda mucho por escribir…
Quise
contárselas para que se animen a tomar las decisiones correctas en su momento,
a elegir lo que los hará más felices.
Yo
les puedo decir con total confianza, que si muero hoy, moriría feliz y
satisfecha por todo lo que he hecho. Por
eso: Sigan los caminos de su corazón y persigan sus sueños!!!!
Nicol.
Esa eres tú, como siempre muy genuina y sincera. En todas estas palabras que escribes se resume con mucha facilidad lo gran persona que eres de lindos sentimientos y buen corazón. Saluditos y éxito en todo.
ResponderEliminarEstimada Nicol
ResponderEliminarMi nombre es Pablo Soy de Talca, primero que nada quiero felicitarte dibujas y pintas muy lindo..
debo confesarte que la historia que escribiste me hizo sentido.. de pequeñito siempre me ha gustado dibujar.. le sacaba punta al lapiz grafito bien fina, para que los trazos quedaran mejor ( así pensaba yo ), de chico siempre miraba monitos, gokú, pokemon, digimon y muuuuuchos otros.. la cosa es que siempre en los recreos o en clases dibujaba o pintaba a mis profesores o compañeros les gustaban mis dibujos y al final terminaba regalándolos.. nunca nadie me enseñó o por decirlo así jamás aprendí dibujo o pintura, siempre por cuenta propia... de grande me compré muchos pinceles pinturas óleos acrílicos un atril.. y mis ratos libres los dedico a dejar que mi mente guíe mis manos y los colores van haciendo el resto...
actualmente estudio una carrera del área comercial en una universidad y siempre me he cuestionado si es realmente lo que quiero.. muchas veces nos dejamos llevar quizás en busca de un buen trabajo o una buena estabilidad, pero surge la pregunta si es lo que realmente quiero para mi vida... nunca nadie había descrito mejor como lo describes tú.. que hay que hacer algo que nos llene el alma y nos haga felices...
me despido, no sin antes felicitarte por tus dibujos y hermosas pinturas, el pelo te queda genial a mi me cuesta mucho... quiero seguir viendo las cosas lindas que haces y lo que tu creatividad nos regale...
un abrazo a la distancia..
Atte: Pablo